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(Vídeo) Inicio de la reflexión del programa José Vicente Hoy

2013-11-27 30 Dailymotion

Venezuela está a pocos días de las elecciones municipales que, como se sabe, se efectuarán el próximo 8 de diciembre. El proceso electoral transcurre por ahora en un clima de tranquilidad e, incluso, se podría decir que de cierta indiferencia. Hay un sector de la población que aparentemente no se siente motivado y que quizá no sufrague. Influye en parte el equívoco discurso de voceros de la oposición que pretenden asignarle a los comicios municipales una connotación que no tienen y al posible rechazo de los resultados.

Este aspecto es preocupante, ya que si alguna elección debe ser valorada y asumida en forma rotunda, es la municipal. En la que se eligen los representantes más directamente vinculados a los ciudadanos: alcaldes y concejales, es decir, aquellos sobres los que descansa la responsabilidad de atender los problemas que más directamente afectan a la colectividad. Ojala que la sensación que se tiene por los momentos de una baja participación en los comicios de diciembre, se disipe, y que al final el votante se vuelque sobre los centros electorales.

Pero hay otro elemento que suscita preocupación. Una vez más, como hasta ahora ocurre cada vez que hay elecciones en el país, se abren las puertas a la conjetura acerca de si la oposición respetara los resultados. Hasta ahora, tanto el presidente nicolás maduro como el gran polo patriótico, han sido categóricos al afirmar que respetaran el veredicto popular, cualesquiera que éste sea. A su vez, el consejo nacional electoral ratifica su condición de garante del proceso y sus miembros manifiestan a cada momento que el escrutinio será preservado y que no que existe posibilidad alguna de fraude.

Tan solo la oposición, o sectores con peso dentro de ella, callan ante los emplazamientos que se les hacen para que definan una posición de respeto a los resultados. Hasta ahora la respuesta es el silencio. Omiten cualquier pronunciamiento con lo cual siembran graves dudas en torno a lo que harán si el voto popular no los favorece. Esta actitud contrasta, cada día más, con la que mantienen tanto el chavismo como el gobierno.

Semejante postura, en el fondo profundamente antidemocrática, apuntala las versiones que circulan en el sentido de que el 8 de diciembre es la oportunidad para sacar de Miraflores a Nicolás maduro. ¿acaso pura boconería? Seguramente que sí, pero siempre habrá gente que se impacte con tales augurios y se confunda. Por consiguiente se impone un llamado a la responsabilidad porque ésta tiene que ser un hecho compartido. Jugar con candela en esta delicada materia, constituye una inaceptable manifestación de irresponsabilidad. Pretender que el próximo evento electoral en vez de abrir vías al dialogo y a la recomposición de las relaciones entre los venezolanos, se convierta en fecha para que se agraven las tensiones y el país corra el riesgo de hundirse en la violencia, es una temeridad. La dirección de la oposición tiene la palabra y está obligada a jugar limpio.