Hay demasiadas cosas en juego en Oriente Próximo en este momento. Tantas que la victoria de Netanyahu deja a los legisladores estadounidenses más tranquilos.
Especialmente a algunos republicanos contrarios a la política exterior del presidente Obama.
“Vamos a seguir trabajando con Israel. Son nuestros grandes aliados en la región. Y, por supuesto, con el tema del grupo Estado Islámico, vamos a continuar trabajando codo con codo, sea cual sea la coalición de gobierno que se forme”, dice el senador republicano por Dakota del Norte, John Hoeven.
Netanyahu ya dejó bien claros sus propósitos a principios de mes, en un polémico discurso ante el Congreso estadounidense. Pese a la desaprobación de la Casa Blanca y el boicot de medio centenar de demócratas, defendió su política de seguridad interior y reiteró sus amenazas contra Irán.
“Las relaciones con Estados Unidos serían las grandes beneficiadas de un cambio en el gobierno, de eso no hay ninguna duda. Pero el proceso de paz, Irán,
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