La historia vuelve a repetirse. En plena noche y sin hacer ruido, dos hombres drogan con burundanga a una mujer para después violarla mientras otro los graba con su móvil. En este caso por lo menos los agresores pudieron ser grabados por una cámara de seguridad situada en el barrio de Santutxu. Gracias a ella han sido identificados y detenidos. El problema ahora es probar el método que utilizaron para anular la voluntad de la chica, no sus efectos, que pueden llegar a manifestarse incluso 24 horas después. Es el caso de esta última violación. La chica, de 18 años, tomaba algo en un discoteca del centro de Bilbao, poco tiempo después perdió la conciencia y a la mañana siguiente se despertó en una calle que desconocía, semidesnuda y con la zona genital dolorida.
-Redacción-
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