Mis padres crearon una cuenta falsa para controlarme

Hola, amigos, me llamo Madison. Sé que la historia que voy a contarles ahora es muy controversial. Cosas como esta están muy lejos de lo normal, y mis padres y yo somos conscientes de lo terrible que puede sonar. Pero todo esto… ocurrió de verdad.

Todo comenzó cuando conocí a un chico en Instagram. Dejó Me gusta a algunas de mis fotos, y poco después me escribió por un libro que había mencionado en una de mis publicaciones. Hablarme de literatura es la manera más rápida de ganarse mi corazón. Sé que suena tonto, pero es cierto. Le respondí y comenzamos a hablar. Se llamaba Sean, tenía mi edad y… era lindo.

Debo agregar que no hubo NADA DE coqueteo de su parte a lo largo de toda la historia. Se limitaba a ser amable, yo le daba señales, pero él no respondía. En ese momento me molestaba, pero ahora me siento aliviada.

En fin, le conté cosas de la escuela, de mis amigos, mi familia… cosas que hacía. Intentaba mostrarme dulce e inteligente.

Y, mientras tanto, esto es lo que ocurría entre mis padres y yo en aquel entonces. Verás, ellos nunca entendieron el concepto del espacio personal. Siempre decían que no debe haber secretos en nuestra familia, que debemos compartirlo todo y que tenemos que confiar en nosotros más que en ninguna otra persona. Y a veces, esa manera de ver las cosas me ha ayudado mucho en la vida: siempre encuentro apoyo y consuelo en ellos. Tampoco es que supiera que las cosas podían ser diferentes, las cosas siempre habían sido así para mí. Pero todo cambió cuando llegué a los 14.

Estaba creciendo y, por encima de cualquier cosa, sentí una enorme necesidad de espacio personal. Supongo que muchos de ustedes se identificarán con eso. No se trataba de hacer algo a escondidas, más bien de una sensación, necesitaba un espacio “psicológico”, supongo. Dejé de compartirlo todo con mis padres y, como ejemplo más básico, comencé a cerrar la puerta de mi habitación, que de niña se mantenía abierta en todo momento. Ellos podían pasar y entrar, y no había ningún problema… hasta ahora.

Mis padres no lo comprendían. Tuvimos varias conversaciones al respecto; no peleas, pero tampoco charlas agradables. Les expliqué que necesitaba un espacio personal, pero actuaron como si esas palabras no existieran en el idioma español.

Uf, lo siento, me estoy desviando, es que todo esto molesta desde hace tiempo. Como decía, Sean y yo comenzamos a mensajearnos. No respondía de inmediato, como mis otros amigos, a veces tardaba horas enteras. Pero no me importaba, se parecía tanto a mí… Todo lo que decía era muy adecuado. Ni siquiera noté el momento en que comencé a contarle todo acerca de mi vida, generalmente necesito más tiempo para volverme cercana con alguien.

Todo iba perfecto. Sean vivía en otra ciudad y nunca hablábamos sobre conocernos, pero comencé a pensar en él todo el tiempo. Y sé que esto es una locura, pero ocurrió en solo UNA SEMANA. Después, desapareció.

Sí, m