Al menos diez palestinos, nueve niños y un adulto, murieron y otros diez resultaron heridos después de que el autobús escolar en el que viajaban volcara y se incendiara tras chocar con un camión al norte de Jerusalén, en Cisjordania.
El siniestro se produjo cerca de la plaza Adán, en el extremo norte de Jerusalén, cerca del puesto de control que separa la ciudad de Cisjordania.
El autobús trasladaba a niños de una guardería del campamento de refugiados de Shoafat que iban de excursión a un parque cercano a Ramallah, capital de Cisjordania.
«Los bomberos comenzaron a extraer los cuerpos del autobús. Hemos visto que no se podía hacer nada más», indicó Shalom Galil, un trabajador sanitario, en el lugar de los hechos.
Según explicó Galil a la radio oficial israelí, aparentemente los dos vehículos chocaron frontalmente en medio de la lluvia en una carretera muy empinada y resbaladiza.
El conductor del autobús, un árabe israelí, fue trasladado al hospital y será interrogado por la Policía, que ya abrió una investigación. «Estamos investigando las causas del accidente», señaló sel portavoz, Micky Rosenfeld.
Los heridos fueron trasladados al Centro Médico Universitario Hadassah, en Jerusalén, mientras que en el lugar de los hechos trabajaban los servicios de emergencia tanto israelíes como palestinos.
El presidente palestino, Mahmud Abbás, declaró tres días de luto por las víctimas.
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